Diseño & Proceso

Desde VIDDA queremos ofrecer una experiencia única. Por ello, todas nuestras joyas están diseñadas de forma exclusiva por y para la marca. Inspiradas en la mujer, lo cotidiano, la naturaleza, el arte, las formas. Cada pieza es un nuevo universo que descubrir y una nueva oportunidad de crear esencia y personalidad.

Con ocho lanzamientos al año, VIDDA se sitúa en un mercado prêt-à-porter, apostando por el menos, es más, creando, de forma personalizada, una a una, cada una de las joyas. Fusión de identidad y tendencia para no pasar desapercibido.

Del papel a VIDDA

El proceso de diseño empieza en nuestro taller de Bilbao, lugar donde nacen los primeros bocetos de cada una de las piezas que formarán las joyas en las diferentes colecciones. Eslabones, cubos, bolas, calabrotes… cada forma está rigurosamente estudiada para que el resultado final sea todo aquello que queremos ver sobre la piel de las personas que confían en VIDDA.

La fabricación de nuestras joyas sigue un proceso enteramente manual y artesanal, donde cada detalle está cuidado al milímetro.

Diseño

Tras plasmar nuestras ideas en papel, el equipo de diseño digital traslada, mediante programas informáticos, los bocetos a un formato 3D, sobre el cual se realizan los últimos cambios hasta conseguir el diseño final.

Prototipado

Para materializar la pieza, se imprimen en resina las diferentes partes de esta gracias a una impresora 3D. Seguidamente, se crea, sobre caucho, el molde madre del diseño, realizado a partir del negativo del prototipo y poder replicarlo cuantas veces sea necesario. Dicho molde, se llena con una aleación de metales, libre de niquel, fundida y se deja secar para poder extraer la joya, la cual es posteriormente limada a mano para corregir imperfecciones.

Pulido y baño

Con las piezas en crudo ya limadas, se inicia el proceso de pulido, el cual se divide en dos fases. La primera de ellas, antes del baño, se lleva a cabo en un bombo rotatorio. Tras ello, la pieza se baña en oro de 24 quilates o plata de ley, según el diseño. Finalmente, tiene lugar la segunda fase del pulido, en este caso de forma manual.

Acabado y control de calidad

Finalmente, en las piezas que lo requieran, se colocan los cristales Swarovski, completando así el diseño.

Una vez terminadas, todas nuestras joyas son sometidas a un exhaustivo control visual y táctil, así como a un testeado de uso y resistencia a agentes externos.